Hace tiempo que quería sacar, que no saquear, este tema, habitualmente se hacen clasificaciones tipo; de clases, razas, etnias, grupos, tribus, movimientos y tendencias de todo tipo.

Pero de quien normalmente no se oye hablar es de un grupo muy interesante a la vez que intrigante, "los saqueadores", dónde se ha visto que un grupo de personas actúen de forma totalmente individualizada y a la vez tan coordinada y oculta.

Los saqueadores pasan totalmente desapercibidos, aunque todos conocemos al saqueador que tenemos delante, y aunque sepamos lo que hace e intuyamos lo que puede llegar a hacer, el saqueador se cubre con un manto de invisibilidad revestido de cordialidad. Y curiosamente es frente al grupo cuando el saqueador se hace más invisible.

En la infancia los saqueadores llamaban la atención, pero al crecer se las arreglan para que sus conductas se conviertan en ocultas, o en caso de ser descubiertos elogiadas, se convierten en "tipos listos", o en "espabilidados", o en su grado más peligroso "grandes ejecutivos" o "grandes estadistas".

Si vas en moto y le pegas un tirón al bolso de una pensionista, eres un saqueador, no cabe duda, pero eres un petardo de saqueador. Si vas a casa de la pensionista, y le vendes cualquier producto totalmente innecesario engañándola con regalos chorras, eres un saqueador de poca monta. Pero si le ofreces un crédito bancario estupendo, con una letra tan pequeña como cabrona, eres un saqueador, pero de verdad.

Y por último están los saqueadores profesionales, o lo que es lo mismo los vendedores de humo*, los que se reúnen un día y te suben 100 euros al mes la hipoteca, y te avisan de que va a seguir subiendo, algo que jode bastante, pero lo peor es la cara de tonto que se te queda, porque sabes que vas a pagar más pero no tienes ni puta idea del porqué.
* Vendedores de humo = Políticos

Desde aquí y por 25 pesetas la respuesta, propongo identificar a los saqueadores que conocemos; un, dos, tres, responda otra vez.

Las etiquetas tienen muy mala fama. ¿A quién le gusta que le etiqueten? Pero es obligado reconocer que son uno de los grandes inventos de la humanidad. Qué cantidad de accidentes no se habrán evitado por el correcto etiquetado de, pongamos por caso, los AK-47 (Avtomat Kalashnikov, modelo 1947: Nunca mirar por el extremo finito mientras se limpia el polvo).

Es verdad que hay cosas que, ya sea por la sencillez de uso, o por ser inherentemente inofensivas, no las necesitan. Los posibles usos del papel higiénico son evidentes sin más explicación, los confetis tienen como gran virtud el ser tremendamente inofensivos, a la par que divertidos. No pasa nada si no vienen correctamente etiquetados los clips de colores. Pero las cosas peligrosas, las que hacen pupa, esas tienen que tener un etiquetado preferente. Difícil de pasar por alto. El contenido claro, sin ambigüedades.

Aquí les muestro, descubierto por Jose, gestada en la lista de escépticos, y con la traducción y maquetación de Inés, la propuesta de etiquetado de uno de los objetos más peligrosos existentes:



Transcribo el texto de la etiqueta:

CUIDADO: Este es un libro de ficción. NO debe interpretarse literalmente.

ADVERTENCIA: Contiene versos que describen o incluso incitan al suicidio, incesto, bestialismo, sadomasoquismo, actividades sexuales en entornos violentos, uso de drogas o alcohol, homosexualidad, descrédito de la autoridad, actos criminales, atrocidades y otras violaciones de los derechos humanos.

EXPOSICIÓN AL PRODUCTO: La exposición al contenido de este producto durante periodos de tiempo prolongados o, en el caso de los niños, durante el desarrollo, puede causar delirios, alucinaciones, deterioro de las capacidades cognitivas así como del razonamiento objetivo y, en situaciones extremas, trastornos patológicos: odio, intolerancia inclusive. La aparición de estos síntomas no se limita a los casos de fanatismo, asesinato y/o genocidio.

¿Ven lo fácil que es hacer las cosas bien, cuando se quiere?