He acabado defendiendo con vehemencia esta adhesión, que reconozco sinceramente, me importa un pito. Me explico: me importa un pito que España se adhiera, porque me da a mí que no me va a afectar en absoluto, ni positiva ni negativamente. Y supongo que, en realidad, a la mayor parte de la gente se la resbala también. Sin embargo, me ha llamado la atención que todo el mundo, menos yo, parezcan tener muy claros una serie de conceptos:
• Es indignante que se gaste tanto dinero y tiempo en proteger a los gorilas, con tanto [ponga aquí su minoría o grupo étnico favorito] pasándolo tan mal.
Dos cositas:
(1) Para todo problema, por grave que sea, se puede encontrar otro problema peor. Por ejemplo, veamos esta conversación entre el sujeto A y el sujeto B (que, lo admito, parece tener algún problema de identidad múltiple):
A: Vamos a tener que trasladar el Parlamento de Canarias, parece ser que está ocupando una propiedad privada.
B: Pero ¿Cómo nos vamos a ocupar de esta nimiedad, con la cantidad de gente que vive en la calle?
A: Ahí me has dado. Vamos a ocuparnos de esa gente.
B: ¿Cómo te vas a preocupar de eso, desustanciado, con la cantidad de niños que se ven obligados a trabajar sin poder ir a la escuela?
A: Cáspita, tienes más razón que un santo, vamos a dejar lo de los sin techo y nos ponemos con ese asunto.
B: ¿Estás loco? El problema real es el [Cáncer/sida/gripe aviar]. Si lo dejamos, nos acabará matando a todos. No hay que perder más tiempo y debemos dirigir todos nuestros esfuerzos a erradicar esta enfermedad. Seas un niño trabajador o un anciano sin hogar, el [Cáncer/sida/gripe aviar] también va a por ti.
A: No, si parte de razón tienes, si...
B: Pero que dices, chalado, lo que tenemos que hacer es dedicarnos con ahínco a impulsar el programa espacial
A: ¿El programa espacial?
B: Por supuesto, sabemos que los dinosaurios se extinguieron a causa de un meteorito que colisionó con la Tierra. Pasó hace millones de años, pero estadísticamente ya toca otra vez. ¡Podría colisionar mañana mismo!...
Y así podría seguir toda la tarde; se llama marear la perdiz.
No sé que pasa por la cabeza de la gente que usa este argumento. No puedes ayudar a los gorilas, porque hay niños muriéndose de hambre ¿Se supone entonces que si no ayudo a los gorilas, los niños dejan de pasar hambre? ¿Esto no es mezclar churras con merinas? ¿No será que esta es una frase que queda como muy chachi-piruli, que nos hace parecer más bondadosos, sabios y comprometidos de lo que realmente somos? Desde luego, explicaría porque se repite tanto.
(2) No se va a gastar un duro. Nada. Cero. Nothing. Se trata de adherirse a un proyecto. Firmar un papelote. Cosa, como mucho, de dos minutos, si tu nombre fuera muy largo, te hubieran amputado la mano de escribir y sufrieras de Párkinson. Si crees que es algo más, lees con poca atención o lees los periódicos equivocados. Otra noticia que, aparentemente, sorprenderá a más de uno: los seres humanos pueden tratar varios problemas a la vez.
• Parece mentira que se quiera equiparar a los monos con los humanos. Los monos son monos, y los humanos, humanos.
¿Pero quién cojones propone eso?, porque yo no he visto esa proposición en ningún lado. No está ni en la moción presentada ni en las páginas de la organización Gran simio (Los enlaces son para que puedas comprobarlo, si no te fías. Sin problemas. Yo tampoco me fio de nadie). Esta es la falacia que da título al post, la falacia del hombre de paja, a saber, atacar un argumento que es diferente y generalmente más débil que el argumento de la oposición.
¿De verdad cree la gente que esto va de darle todos los derechos humanos a los monos? ¿Qué la idea es que puedan casarse y divorciarse? ¿Adoptar niños? ¿Presentarse a unas oposiciones a notario? ¿Presentarse a unas elecciones generales? ¿Cobrar la prestación de desempleo?
La cosa no va de eso.
No se trata de darles trato de igualdad. Y no se trata de equiparar legalmente al hombre con el mono. Se trata de reconocer un parecido, una semejanza genética, evolutiva y morfológica. Una semejanza que parece que pone nervioso a más de uno. Y una vez reconocido este parentesco, otorgarles tres derechos. Tres. Ni uno más. Y los derechos tampoco es que sean para tirar voladores: El derecho a la vida, el derecho a la libertad individual y la prohibición de la tortura. No me parece pedir mucho.
• Pero ¿Cómo puedes darles esos derechos a los animales, si hay seres humanos cuyos derechos se ven violados todos los días?
Al parecer, si doy el derecho a la protección frente a la tortura a los monos, se la estoy quitando a los humanos. No hay vuelta de hoja. Hay una, no sé, una fuente, una fábrica de derechos, y tenemos que administrarla juiciosamente, no sea que se nos agoten. No lo entiendo, la verdad. Porque el que haya, desgraciadamente, seres humanos a los que no se les reconocen determinados derechos, se debe a que hay mucho hijoputa suelto que no se los quieren reconocer, y no veo en que forma perjudica (o favorece) a estos hijoputas, que se le den derechos a algunos animales. Se los van a pasar por el forro de los cojones igual.
• ¿Y por qué quedarnos sólo con los grandes simios? ¿por qué no los delfines? ¿Qué pasa con los ornitorrincos?
Alma de cántaro, en algún sitio hay que poner el límite. El límite se ha puesto en el gorila. Se ha puesto de forma arbitraria. totalmente subjetiva. Porque sí. porque los gorilas molan, y punto. Había que marcar con tiza una raya en la pared, y se trazó. ¿Cuál es el problema? Además, los ornitorrincos no precisamos protección, somos la cumbre de la evolución, tenemos un espolón venenoso y sabemos usarlo.
Y ahora, la gran pregunta: ¿En qué te afecta esto a ti, homínido? Se agradecen los comentarios.
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